“- ¿Quién eres?
- Es difícil de explicar
- ¿Qué quieres?
- A ti
- ¿Para qué?
- Me alimento de tu energía…”
Así fue como empezó mi diálogo
con esa parte de mí que no conocía. Podríamos
decir que mi curiosidad infinita e insaciable me llevó a toparme con esto….
No era mi miedo, era algo que se
alimentaba de la energía que yo desprendía cuando tenía miedo…
Por eso la única forma de “dialogar”
era sin temerle. Mi miedo le daba poder, le daba forma. Pero sin él, era
simplemente una bolita diminuta. Diminuta pero muy inteligente, ya que sabía
perfectamente qué decir para activar los programas de duda, de malestar y de
miedo.
Lo más paradójico de todo, fue
que para llegar hasta aquí tuve que sentir un malestar tan grande que se me
hizo insoportable. En el libro del Poder del Ahora, Eckhart Tolle, explica que
tras un gran dolor fue cuando se dio cuenta de que él no era ese dolor, sino
quién lo sentía. Gracias a su dolor pudo desidentificarse de la emoción.
Algo parecido me pasa cada mes;
estoy bien, voy contenta, pero de repente me viene un malestar, una indignación;
que obviamente achaco a mi periodo, pero también son tres días de reflexión, de
introspección, tan necesarios y gratificantes, que si no existiera este
malestar no pararía.
Recuerdo un mensaje leído en un “Curso de Milagros, que dice algo así como:
tanto las pesadillas como los sueños son parte de las ilusiones; puedes cambiar
las pesadillas a sueños bonitos, pero seguirán siendo irreales.
-
Explícame para qué quieres mi energía
-
Para vivir. No tengo la capacidad que tienes tú de
transformar el aire, el agua y el alimento en energía. Por eso necesito alguien
de quién alimentarte. Y tú eres perfecto.
-
Pero, ¿por qué me generas miedo?
-
Primero, por que es lo más fácil de producir. Vives en
un sistema que se basa en el miedo: “miedo a morir”, “miedo a no ser amado”, “miedo
al abandono”, etc.. Desde que naciste trabajas con esos programas. Así es como
te dominan, te manipulan. Para mi es muy fácil, solamente digo una palabra
clave y automáticamente te conectas con el miedo. Y segundo, porque estoy
creado para alimentarme de bajas vibraciones, más densas; no estoy preparado
para digerir amor. Digamos que soy más parecido a un murciélago….
-
¿Todos los humanos tenemos esto?
-
Los que siguen dormidos si.
-
¿Cómo puedo hacer para que te vayas?
-
Ya lo estás haciendo, eres consciente de que existo y
eso me debilita. Cuánto más confianza tienes más amor sientes.
-
Entonces, ya está
-
Mi misión acaba aquí. Ha sido un placer alimentarme de
tus miedos, algunos eran incomprensibles, ridículos e incluso ilógicos, pero
eso no lo sabrás hasta que sientas a tu propio ser….
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