domingo, 29 de marzo de 2015

Gracias

Desde pequeños nos programan, nos instalan creencias, limitaciones....

Y esto comienza desde que estamos en la panza de nuestra madre. Somos capaces de sentir lo que ella siente, sus miedos sus dudas; nos influye lo que come y cómo lo come, etc.

Cuando nacemos, absorbemos todos los miedos de nuestros más cercanos (conscientes o inconscientes), y si nuestros padres tenía pocos, el entorno se encarga de generar las inseguridades necesarias para que se estresen.

Mientras todavía somos bebés (un año, más o menos), esos miedos compiten con todo el amor incondicional que también se nos aporta. Y es tan incondicional, que se nos ama y aplaude hagamos lo que hagamos. Ésta es una gran recompensa

A partir de esta edad, se nos empieza a enseñar hábitos; hábitos de una sociedad estresada, miedosa e insegura; impaciente y ansiosa. "Cuidado" y "No" son las palabras más usadas. Comer sin ganas, caminar rápido, dar las gracias sin saber realmente el significado....

Por suerte aprendemos, unos más rápido y otros más lento, pero lo logramos; aprendemos a comportarnos. Bueno en realidad aprendemos a obedecer, ya que no queremos el castigo (rechazo)  y si nos interesa la recompensa (aceptación).

Y todo esto sigue su curso, cuando entramos en la escuela, aprendemos a quedarnos sentados durante mucho tiempo, a no pensar de una forma creativa sino a repetir, a memorizar. Nos comportamos muy bien, todo por ser aceptados.

Esto se repite durante todo nuestra niñez y adolescencia hasta que somos adultos. Adultos reprimidos, adultos que hacen cosas que no les gusta por una recompensa, adultos que buscan la aceptación siguiendo modelos impuestos por una sociedad enferma.

Pero a pesar de todo esto, logramos despertar.... logramos cuestionarnos nuestros actos.
Gracias a todo esto, sabemos lo que significa "despertar".
Gracias a nuestros traumas, a los hábitos aprendidos, a las creencias limitantes, a los programas de convivencia, sabemos lo que se siente ser rechazado y aceptado por los demás. Y gracias a nuestro trabajo y crecimiento personal sabemos lo que se siente ser aceptado por nosotros mismos.

Sin todo esto no existiría el crecimiento personal, la evolución del ser, la vuelta a casa.
Así que gracias a todos los que han ayudado a limitarme, por que gracias a todos estos seres de luz he logrado conectar con la Esencia.... Gracias

jueves, 12 de marzo de 2015

Hablando se entiende la gente


          “- ¿Quién eres?
  - Es difícil de explicar
  - ¿Qué quieres?
  - A ti
  - ¿Para qué?
  - Me alimento de tu energía…”

Así fue como empezó mi diálogo con esa parte de mí  que no conocía. Podríamos decir que mi curiosidad infinita e insaciable me llevó a toparme con esto….

No era mi miedo, era algo que se alimentaba de la energía que yo desprendía cuando tenía miedo…
Por eso la única forma de “dialogar” era sin temerle. Mi miedo le daba poder, le daba forma. Pero sin él, era simplemente una bolita diminuta. Diminuta pero muy inteligente, ya que sabía perfectamente qué decir para activar los programas de duda, de malestar y de miedo.

Lo más paradójico de todo, fue que para llegar hasta aquí tuve que sentir un malestar tan grande que se me hizo insoportable. En el libro del Poder del Ahora, Eckhart Tolle, explica que tras un gran dolor fue cuando se dio cuenta de que él no era ese dolor, sino quién lo sentía. Gracias a su dolor pudo desidentificarse de la emoción.

Algo parecido me pasa cada mes; estoy bien, voy contenta, pero de repente me viene un malestar, una indignación; que obviamente achaco a mi periodo, pero también son tres días de reflexión, de introspección, tan necesarios y gratificantes, que si no existiera este malestar no pararía.
Recuerdo un mensaje leído en  un “Curso de Milagros, que dice algo así como: tanto las pesadillas como los sueños son parte de las ilusiones; puedes cambiar las pesadillas a sueños bonitos, pero seguirán siendo irreales.

-         Explícame para qué quieres mi energía
-         Para vivir. No tengo la capacidad que tienes tú de transformar el aire, el agua y el alimento en energía. Por eso necesito alguien de quién alimentarte. Y tú eres perfecto.
-         Pero, ¿por qué me generas miedo?
-         Primero, por que es lo más fácil de producir. Vives en un sistema que se basa en el miedo: “miedo a morir”, “miedo a no ser amado”, “miedo al abandono”, etc.. Desde que naciste trabajas con esos programas. Así es como te dominan, te manipulan. Para mi es muy fácil, solamente digo una palabra clave y automáticamente te conectas con el miedo. Y segundo, porque estoy creado para alimentarme de bajas vibraciones, más densas; no estoy preparado para digerir amor. Digamos que soy más parecido a un murciélago….
-         ¿Todos los humanos tenemos esto?
-         Los que siguen dormidos si.
-         ¿Cómo puedo hacer para que te vayas?
-         Ya lo estás haciendo, eres consciente de que existo y eso me debilita. Cuánto más confianza tienes más amor sientes.
-         Entonces, ya está
-         Mi misión acaba aquí. Ha sido un placer alimentarme de tus miedos, algunos eran incomprensibles, ridículos e incluso ilógicos, pero eso no lo sabrás hasta que sientas a tu propio ser….


sábado, 7 de marzo de 2015

El camino hacia adentro..

"Como es arriba es abajo.
Como es adentro es afuera"

He visto millones de películas donde el guerrero busca la verdad, libros donde el caballero mata al más malvado de los monstruos; o vídeojuegos donde el intrépido príncipe busca la mayor de las riquezas.

Y, desde un punto de vista de amor al prójimo, entiendo que nos están pidiendo a gritos (no se quien), que empecemos a buscar y salgamos del rebaño. Lo gracioso es que se utilizan las mismas herramientas para despertar a la población, que para mantenerla dormida...

Entonces, me pregunto ¿qué debe pasar para que una persona empiece a despertar? ¿realmente yo puedo ayudar a alguien a despertar? y, en caso de que así sea ¿no me estoy despertando yo a través del otro?

Me encanta reflexionar sobre esto, es más, busco gente que le guste hablar de esto también, me parece lo más emocionante de todo, me atrae lo desconocido, lo que hace que tu mente quede en blanco, me gusta el límite entre la locura y la cordura; sabiendo siempre que estoy a punto de perder ésta última.

Hace unos días me preguntaron por qué era así, por qué no me saciaba la explicación que me daba la iglesia católica , si fui criada en esta religión, por qué seguía buscando. "¿Es que ya no crees en Dios?"

Me encantó la pregunta, porque nunca me la había hecho... La respuesta fue: hay algo dentro de mi que me hace seguir buscando, es un deseo incontrolable, las explicaciones de las diferentes religiones siempre me quedaron cortas, sé que hay algo más; y, aunque "entré en el mundo espiritual" a través de la iglesia, solamente fue el inicio...

La siguiente pregunta de mi interlocutor fue: "¿no crees que es Dios el que te hace cuestionarte tanto?"


Soy consciente de que soy curiosa por naturaleza, y que no a todos nos pasa, aunque en los tiempos que corren hay cada vez más personas insaciables en búsqueda. Pero creo firmemente que todos en algún momento de la vida nos cuestionamos, puede que sea por una crisis económica, una enfermedad o algo que nos haga pensar "por qué"...

Y el camino hacia la respuesta es como el de los caballeros de las películas, un camino que es difícil dado que ya empieza por entrar a la cueva (nuestro interior) donde está el monstruo más malvado de todos (nuestros miedos), en el que hay subidas y bajadas (estados de ánimos unidos a nuestros dolores emocionales), brujas que nos ofrecen hechizos o alguna bebida mágica pero que después tiene devastadoras consecuencias (drogas o alcohol que podemos utilizar para sentir poder pero que no hacen más que evadirnos).
Por suerte, al final encuentra el tesoro (la respuesta); aunque haya pasado por momentos de tristeza máxima y dolor, donde no encontraba razón de estar vivo(la noche más oscura del alma)....

Ahora te pregunto, ¿cómo te encuentras para empezar a caminar?